Cómo escoger un buen calzado de invierno En Zapatos Callaghan queremos ser tu aliado para que luzcas bien y goces de buena salud, por ello en esta publicación te indicamos todo lo que debes tomar en cuenta para escoger un buen calzado de invierno. ya que sabemos que, están por venir los meses más fríos del año y es importante que sepas que tener los pies helados te hace más vulnerable a resfriados. Además, ¿sabías que tus pies son la parte del cuerpo por dónde más se pierde calor? por lo que tu organismo gastará más energía tratando de mantener una temperatura estable.

Escoge en función de tu rutina

Antes de tomar la decisión de comprar un par de zapatos de invierno debes evaluar tu rutina diaria para evitar gastos en productos que no usarás con frecuencia. Si en invierno vas a pasar la mayor parte de tu tiempo en espacios cerrados, como la oficina, tu casa o en plazas comerciales, tus zapatos deberían ser más cómodos que abrigados. En cambio, si en tus obligaciones cotidianas recorres largas distancias en el exterior, deberás conseguir un calzado en el que estén equilibradas la comodidad y la calidez del material.

¿Cómo elegir un buen calzado de invierno?

Sea que vas a usar tus zapatos en sitios resguardados o a la intemperie, es importante que en cualquier calzado que elijas tus dedos tengan suficiente espacio para poder moverlos. Una vez atendido este aspecto te presentamos lo que caracteriza a un buen zapato de invierno: 1. Asegúrate que la parte delantera del zapato sea flexible, esto permitirá que al desplazarte las articulaciones del pie puedan moverse con holgura. 2. La mejor suela para el invierno es aquella que proporciona estabilidad y es anti-deslizante. En una suela también tienes que ver el grosor, ya que actúa como un amortiguador del impacto que encaja tu pie al pisar superficies. Las suelas de goma o materiales sintéticos tienen una mayor capacidad de disipar los choques de las pisadas que aquellas elaboradas en cuero. 3. Un zapato hecho de cuero o de otro material orgánico ya que tienen la propiedad de ser transpirables, que evitan la sudoración excesiva y el mal olor. Si no consigues un calzado de cuero, por lo menos deberías adquirir uno en el que el corte, es decir, en la zona que cubre desde el empeine hasta los dedos, sea de este material, ya que es el área donde ocurre mayor transpiración. 4. Evita las hormas muy estrechas, que dejen al pie encarcelado o las puntas afiladas. Este tipo de calzado puede provocar la aparición de juanetes. 5. La zona del talón debe quedar bien sujeta para evitar que el zapato quede flojo al caminar, de lo contrario se pueden producir rozaduras e irritación en la parte trasera del pie y también aumenta el riesgo de sufrir torceduras. 6. La altura del talón es recomendable que no supere los 3 centímetros. El pie soporta todo el peso de una persona,  la mayor parte carga recae sobre el talón. Entre más alto quede el talón mayor será la presión sobre la parte delantera. El uso constante de tacones altos puede causar dolores en los pies, una afección conocida como metatarsalgia. 7. Si utilizas plantillas personalizadas, es preferible remover la plantilla que trae de fábrica el zapato, ya que andará más cómodo, porque el pie tendrá más espacio. Una plantilla removible también tiene la ventaja ser anatómica e higiénica, ya que puede retirarlas para lavarlas. El látex es el mejor material para las plantillas ya que es resistente y flexible. En cuanto al grosor, la plantilla ideal debería tener cinco milímetros en la parte trasera del pie, unos dos en la delantera y una planta con cierta curvatura.

Mantén pies sanos

Es importante determinar cuánto frío hace en realidad en el entorno donde vives o al que piensas ir en invierno. En ocasiones un zapato de piel gruesa y forros interiores puede calentar excesivamente el pie, lo que conlleva a sufrir problemas propios de la época de verano en la temporada invernal. Deben evitarse las botas de piel girada y forradas de pelo, que al recalentar los pies pueden causar una serie de problemas: mal olor, incomodidad, ablandamiento de la piel, provocar rozaduras, llagas, hongos y bacterias. Para escoger un buen zapato de invierno este debe ajustarse bien al pie pero tampoco demasiado, para evitar irritaciones y callos. Es recomendable que el calzado llegue hasta el tobillo, debido a que los zapatos demasiado abiertos pueden generar problemas, como roces que pasarán desapercibidos por la falta de sensibilidad que provoca el frío. Hasta ahora nos hemos centrado en el calzado, pero una pieza importante para una buen salud durante el invierno es usar los calcetines de material adecuado. Las fibras naturales, como lana o algodón, son las más recomendables ya que permite la transpiración normal de los pies. Para evitar malos olores o infecciones es importante usar un par de calcetines al día y si los se sudan demasiado considera cambiarlos más de una vez al día.

Botas de invierno

En algunas regiones, las lluvias son frecuentes durante el invierno y en ese caso la mejor opción es tener unas botas para el invierno. Si vas al trabajo en coche quizá no requieras unas botas demasiado abrigadas, por lo que puedes centrarte en comprar un calzado de calidad, casuales y de un color neutro para combinarlas con tu ropa. En cambio, si a diario te mueves en transporte público o a pie asegúrate que tus botas combinen: confort y abrigo. Puede elegir unas botas no tan elegantes y dejar las casuales de trabajo en la oficina para cambiarte cuando llegues. Con estos consejos deberías tener claro cómo es un buen calzado de invierno. ¿Crees que faltó algún aspecto o cuál ha sido tu experiencia con alguna de estas recomendaciones? Haznos saber tus comentarios.

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