Cuando debes deshacerte de tus zapatos

En Zapatos Callaghan sabemos que muchas veces es difícil decirle adiós a tu par de calzados favorito, sin embargo, es algo que tiene que suceder eventualmente, bien sea porque te dan un mal aspecto o te causan molestias al caminar. Muchas veces estas señales pasan desapercibidas, por eso hoy te diremos cuándo debes deshacerte de tus zapatos y así podrás saber perfectamente cuándo es hora de ir de compras por calzado nuevo. Sigue leyendo para conocer todas las señales de que ya llegó este inesperado momento.

Un gesto por tu salud

Lo primero que debes saber es que esto no se trata por completo de una medida que debes tomar simplemente por vanidad. Realmente dejar de usar tus zapatos viejos es algo que le traerá muchos beneficios a la salud de tus pies. Verás, cuando caminas, las partes del calzado que reciben más presión se van desgastando. Esto quiere decir que a medida que pasa el tiempo vas teniendo menos protección justo en los sitios donde más lo necesitas, haciendo que tu cuerpo sufra las desagradables consecuencias.

Esta falta de soporte y amortiguación puede causar ampollas, tendinitis de aquiles, dolor en las rodillas y fascitis plantar. Además, a medida que la suela del zapato se desgasta en forma desigual, crecen las posibilidades de torcerte un tobillo. Todas estas son serias consecuencias, pero desafortunadamente el calzado no tiene una fecha de expiración exacta y cuando son modelos de buena calidad se hace más difícil saber cuándo algo está mal ya que están hechos para verse mejor por más tiempo. Sin embargo, existen pequeñas señales que nos pueden dar algunas indicaciones.

Renueva tus prendas más leales

Uno de los zapatos que se deterioran más rápido son los de hacer deporte, ya que con ellos corres, saltas y cambias de direcciones rápidamente. Como regla general, la vida de este tipo de calzado se extiende de 500 a 800 kilómetros, con este dato podrías sacar una cuenta aproximada para saber si se acercan sus últimos días. Cuando lo sospeches, chequea sus entresuelas (la sección de goma entre la planta y la parte superior) en busca de arrugas. Esto significará que ya se están deteriorando, un proceso que se acelera con la exposición al calor, el Sol o la humedad.

Si quieres saber cuándo debes deshacerte de tus zapatos casuales o de caminar, debes tener en cuenta como regla general que si utilizas un solo par tres o cuatro veces a la semana para ir al trabajo, probablemente necesiten un reemplazo o un arreglo al cabo de un año. Lo sabrás porque verás rascaduras en el tacón o áreas lisas en la suela. Si en tu calzado se asoman piezas por la planta, como un clavo, es obvio que ya debes hacer algo por ellos. Una forma rápida de saber si están muy gastados, es colocarlos en una superficie plana y verlos desde atrás. Si se inclinan a un lado, efectivamente no le están haciendo mucho bien a la salud de tus pies.

Cuidados para mayor durabilidad

Los zapatos de cuero son los más durables de todos. Si compras unos de buena calidad, les das el cuidado necesario y les cambias la suela y/o el tacón cuando sea necesario, podrían incluso durarte hasta 15 años. Si en cambio son modelos baratos, cubrir los gastos no valdrá la pena así que será mejor que compres unos nuevos. Sabrás que una suela de cuero necesita reparación si al colocar tu pulgar en el centro de la suela por la zona donde va el antepié, este se siente suave en vez de firme.

La parte superior de este tipo de calzado, si no se limpia y acondiciona periódicamente, puede ponerse tiesa y resquebrajarse con el movimiento. Este tipo de daño en el cuero no tiene arreglo alguno, así que cuando suceda sabrás que ya no hay más que hacer.

En cuanto a los tacones altos, por su fina suela y la presión ejercida en la punta, estos tienden a deteriorarse mucho más rápido que los zapatos normales. Si ves que la suela ya va por la mitad de su medida original, es hora de mandarlos a arreglar o reemplazarlos. Si ya empiezas a ver el clavo que se asoma en la planta por la parte de atrás, utilízalos con taloneras ortopédicas. Estas pueden durar hasta el doble que las que vienen de fábrica en el zapato y te darán mucha más comodidad.

Ahora que sabes cuándo debes deshacerte de tus zapatos, ¿qué harás con todas las piezas que ya no quieres tener? Déjanos tus comentarios y si te ha gustado este artículo no dudes en compartirlo a través de tus redes sociales.

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